¿Tu primer día de trabajo? ¡Causa una buena impresión!

9 min | Hays | Artículo | Lugar de trabajo

Mujer celebrando un logro

Si de verdad quieres causar una excelente impresión en tu nuevo trabajo, piensa que el primer día es una continuación de tu entrevista.

Preséntate como una persona profesional, amable y culta y vence los nervios recordándote que has conseguido el trabajo porque la persona que te contrata confía en ti.

Independientemente si eres un profesional, director o director ejecutivo, tu primer día de trabajo podrá tener un gran impacto en la percepción que otros miembros del personal tengan de ti. Sin duda quieres dar una buena impresión rápidamente (algunas investigaciones concluyen que sólo dispones de una décima de segundo para causar una buena impresión), y una estrategia exitosa en un trabajo nuevo te ayudará a conseguirlo.

El juego de la espera

Con frecuencia hay un periodo inactivo entre que se te ofrece el trabajo y empiezas a trabajar en la empresa de unas dos semanas. Probablemente estás impaciente y es comprensible que, durante este periodo, te sientas atado.

La transición podría resultar más sencilla si te acercas a tu futuro jefe durante ese periodo; es posible que incluso te inviten a la oficina o a tomar algo con el equipo para conocer a tus futuros compañeros. No les sobrecargues, pero quizá podrías preguntarles qué puedes hacer para prepararte para tu nuevo puesto. Además, te recomendamos que estés en contacto con la persona que te contrato, en caso de que haya algún cambio de fechas u otras modificaciones.

Aunque tu jefe ya debería tener una idea de lo que puedes ofrecer, basándote en la información recopilada durante la entrevista y antes, tus primeros días tendrán incluso un impacto mayor en cómo te perciben.

Es posible que, en tu primer día, tu jefe haga todo lo que pueda para crear un entorno acogedor y de apoyo, pero también hay medidas que puedes tomar para hacer que todo vaya bien, aquí te mostramos cinco de ellas:

Llega pronto y vestido de forma adecuada

Si llegas pronto, llegarás a tiempo. Si llegas a tiempo, llegarás tarde. Muestra tus ganas de empezar en el trabajo llegando entre media hora y un cuarto de hora antes. Esto también te ayudará a acoplarte en el equipo ya que, al ser la primera persona en el edificio, puedes saludar a tus compañeros uno a uno, en lugar de llegar tarde y tener que presentarte a todo el mundo a la vez.
Asegurarte de que llevas el atuendo correcto también es de gran importancia. Ya deberías haber aclarado con tu director cuál es el código de vestimenta, pero si no lo hiciste mira a ver si puedes averiguarlo en la página web de la empresa o en los perfiles de LinkedIn de tus nuevos compañeros.

Recuerda los nombres

Saluda a todos por su nombre y usa sus nombres cuando converses para ayudar a interiorizar esta información, si mencionas su nombre durante la conversación estás ayudando además a establecer vínculos. Por muy incómodo que te sientas al caminar por la oficina y saludar a tus compañeros, recuerda que todos han pasado por lo mismo en algún momento. Una táctica que utilizo a menudo y que me ayuda a recordar los nombres de otras personas es repetir su nombre cuando se presentan. Así que el compañero dirá, «Hola, soy Dave» y yo contestaré «Hola Dave, soy Will». Está demostrado que nuestros cerebros pueden recordar las profesiones más fácilmente que los nombres.

Cuando hayas conocido a todo el mundo, dibuja un plan de asientos y coloca sus nombres en las posiciones respectivas. Además, anota a otros empleados con los que tendrás contacto habitual, como el personal de recepción.

Haz preguntas

Tu director, aunque parte de su papel es darte apoyo con tus problemas o preguntas, estará más receptivo a tus necesidades durante los primeros días. Aprovecha esta oportunidad para hacer preguntas generales sobre la empresa ya que es posible que sientas vergüenza de hacerlo más adelante.

De nuevo, es posible que las hayas tratado en la entrevista, pero si no lo hiciste ahora es el momento de hacer preguntas, como «En estos momentos, ¿en qué se centra mi equipo?», «¿Cuáles son los objetivos actuales de la empresa?» o «¿Cuál es la principal dificultad a la que se enfrenta la empresa en estos momentos?» Céntrate en cuestiones relacionadas con la empresa; tus compañeros pueden indicarte dónde está la máquina de café.

Escucha

En las primeras fases deberías escuchar y aprender mucho más que hablar. Lleva contigo una libreta y un esfero todo el tiempo, para poder anotar todos los valiosos recursos de información que tus compañeros faciliten. Toma notas de buena calidad para que las tareas sean más sencillas, especialmente aquellas en las que no todos te podrán ayudar, como ejecutar programas informáticos específicos.

Habrá mucha información importante que aprender en tu primer día, y durante todo tu periodo de incorporación, por lo que tendrás que ser todo oídos en todo momento.

Piensa en el cuadro general

Aunque solo se trate de tu primer día, ya deberías estar pensando en cómo todo lo que aprendes contribuye al cuadro general, incluidos los compañeros y tus relaciones con ellos. Ten a mano tu descripción del puesto de trabajo para que puedas tomar nota mental de las responsabilidades esenciales y con quién tendrás que coordinarlas.

Llama a tu reclutador

Llama a tu reclutador y dile cómo fue tu primer día. Habla sobre la gente que has conocido, los proyectos que te han asignado y cómo te ha ido el día. Es importante compartir las dudas que tengas en esta fase temprana, en la que él está en posición de recabar información en tu nombre.

Dale una oportunidad

Si después de tu primer día piensas que puedes haber cometido un error o que no encajas con tus nuevos compañeros, no te asustes. Con frecuencia se tarda algún tiempo en integrarse a una organización nueva y mucha gente tiene reservas al principio que superan rápidamente.
Recuerda que todos han tenido un «primer día en la oficina». El nerviosismo ante un nuevo trabajo es natural, ya que, con frecuencia, los cambios son incómodos. Durante este periodo preliminar, pon todo tu empeño siendo positivo y trabajando mucho. Si después de seis meses todavía no estás a gusto deberías estipular una entrevista con tu director, quien, afortunadamente, podrá darte algunos consejos sobre cuál es la mejor forma de proceder.

Una última reflexión

Solo hay una primera impresión, y para muchas personas la primera impresión es la que cuenta, así que asegúrate de que la tuya solo tenga efectos positivos y duraderos siguiendo los cinco consejos anteriores. Al mismo tiempo, no te presiones demasiado; tienes una red de apoyo que cree en ti y quiere que tengas éxito, así que siéntete libre para hablar con ellos si tienes problemas.

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