Como “ser tú mismo” en una entrevista laboral
6 min | Hays | Artículo | Consejos de entrevista
Hasta ahora, es posible que hayas adoptado un “yo distinto" frente a una entrevista laboral, una versión de ti que sería irreconocible para las personas que te conocen. Por ejemplo, es posible que hayas utilizado expresiones cliché que nunca sueles decir en la vida cotidiana, o que hayas intentado ocultar tu personalidad extrovertida y comunicativa o, por el contrario, introvertida y reflexiva. Esto podría haber sido con la intención de encajar con la personalidad del entrevistador o la cultura de la empresa, y si bien es entendible este comportamiento, es algo que no es aconsejable.
Sin embargo, no es recomendable entrar a la entrevista laboral como si fuera la casa de un amigo. Se trata de encontrar el equilibrio correcto entre ser profesional y ser tú mismo.
El entrevistador debe conocer el verdadero tú
En primer lugar, si no eres tú mismo, entonces el entrevistador no tendrá una idea real de si eres un buen candidato para el equipo y la compañía. La cultura de la empresa está definida por las personas, la dinámica entre colegas, la forma en que la empresa maneja los desafíos y celebra los éxitos, además de los valores fundamentales que se espera que cada empleado viva y respire mientras trabaja. Pensemos en la cultura de la empresa como su personalidad. No elegirías pasar una gran parte de tu tiempo con una personalidad con la que no te sientes a gusto, entonces, ¿por qué te arriesgarías a trabajar para una empresa que no es la adecuada para ti? En una entrevista, tu enfoque y energía deben canalizarse para mostrar tus fortalezas y habilidades, al tiempo que evalúas si esta oportunidad es adecuada para ti. Con eso en mente, ¿cómo puedes ser tú mismo durante una entrevista laboral?
1) Utiliza los mejores rasgos de tu personalidad: No puedes bajar la guardia por completo y ser demasiado familiar en la entrevista, pero puedes canalizar algunos de tus rasgos más característicos de tu personalidad. Esto comienza con la identificación de cuáles de tus atributos personales serían beneficiosos para el rol. Revisa la oportunidad laboral, particularmente cualquier información que tengas sobre las habilidades requeridas para el trabajo, la cultura y valores de la compañía. ¿Dónde podrían superponerse los rasgos de tu personalidad con lo que el empleador está buscando? Por ejemplo, es posible que la compañía esté solicitando un puesto en el que las habilidades interpersonales son una necesidad y, por ejemplo, crees que eres un gran oyente que puede construir relaciones de confianza con las personas. De esta manera tú sabrás lo que puedes aportar personalmente para este rol.
2) Adapta tus respuestas a la entrevista: Comencemos con las respuestas de tu entrevista. "¿Cómo te describirían tus colegas?" es una pregunta común en las entrevistas, y es posible que hayas respondido previamente con algo genérico como: "Dirían que puedo trabajar en equipo". Sin embargo, podrías dar una respuesta más detallada, por ejemplo: "Dirían que tengo una actitud positiva, especialmente frente a los desafíos. No me gusta quejarme, y prefiero centrarme en soluciones a los problemas". También recomendamos elaborar tus respuestas siempre que sea posible, transmitiendo anécdotas y ejemplos de tu personalidad en acción. Estas historias mostrarán cómo reaccionas en ciertas situaciones, lo que puede ser muy indicativo del tipo de persona que eres.
3) Construye una relación con el entrevistador: Si puedes establecer una relación con el entrevistador, al instante te sentirás más seguro de ti mismo en la entrevista. Trata de hacerte una idea de la persona con la que te estás reuniendo preguntando a tu reclutador sobre su carrera profesional y también busca sus perfiles profesionales en línea, como LinkedIn.
Cuando tu entrevistador te reciba en la recepción, salúdalo con una amplia sonrisa y un lenguaje corporal abierto. Deben iniciar una pequeña conversación: "¿Cómo va tu día?". Durante toda la entrevista, intenta mantener el diálogo en dos direcciones, dando respuestas claras y detalladas, también escuchando al entrevistador cuando habla. Al final de la entrevista, puedes hacer preguntas profesionales al entrevistador sobre su propia carrera y sus aspectos favoritos de trabajar para la empresa que ejerce como empleador.
¡No dejes que los nervios se apoderen de ti!
Por último, es esencial que tomes medidas para relajarte y entrar en una mentalidad positiva antes de la entrevista. Si no, puede que te veas dominado por pensamientos negativos y nervios, lo que puede obstaculizar tu ser verdadero. Habla con tu reclutador y ellos pueden tranquilizarte. Se trata de una conversación bidireccional, no una sesión de interrogatorio. También ayuda bastante darte una charla de ánimo, recordándote a ti mismo todos tus mejores rasgos positivos de tu personalidad y solidificar esta imagen de ti mismo en tu mente.
En resumen, la persona entrevistada no debe estar muy lejos de su verdadero yo. El objetivo es utilizar las características de personalidad que pueden aportar frente a una nueva oportunidad laboral, y asegúrate de verte profesional durante la entrevista.
¡Mucha suerte!